La primera vez que leí a Angeles Mastretta fue por una extraña casualidad, tropecé sin querer con una publicación en la revista Nexos, donde ella había escrito el texto Quiero jugar y sin duda fue lo que hizo acercarme a lo que escribía. “Quiero jugar a que no pasa nada, no pienso nada, nada recuerdo, nada temo y todo me da risa”, seguí leyendo sin pestañear el texto y me encontré con “Quiero jugar a que me quiso quien no me supo y saber que me quiere quien me sabe”.
Fue entonces que empezó mi gusto por dicha escritora, empecé con el libro Arráncame la vida, seguí con Mal de Amores y luego Maridos; y con cada una de sus palabras entendí que Angeles Mastretta es una escritora de mujeres, amores, espantos, memorias, historias sin fin y segundas partes.
Nació en Puebla un 09 de octubre de 1949 y ha publicado cuatro novelas, muchísimos cuentos y también poesía. Aunque a esto se le suman algunos otros talentos; durante sus estudios ya colaboraba en diferentes periódicos y escribía de todo.
En 1974, Mastretta fue distinguida con una beca del Centro Mexicano de Escritores, que le permitió participar en un taller literario al lado de escritores como Juan Rulfo y Salvador Elizondo. Por ese entonces, publicó una colección de poesía que fue titulada La pájara pinta.
Y en 1988 participó con otro de mis favoritos, el gran Germán Dehesa en su programa La Almohada, el cual estaba dedicado a charlas y entrevistas.
Arráncame la vida fue su primera novela y de ellas siguieron importantes obras que hoy la colocan como una de las mejores escritoras mexicanas.
Si me preguntas que leer de Ángeles Mastretta te diría que empezaras por Mujeres de ojos grandes donde nos dice que, “Cuando lo imposible se quiere volver rutina, hay que dejarlo. Uno no puede meterse en el lío de ambicionar algo prohibido, de poseerlo a veces como una bendición, de quererlo por imposible, por desesperado, y de buenas a primeras convertirse en el anexo de una oficina”. Un libro lleno de mujeres valientes, de esas que se arrugan para arriba, a las que el tiempo se los da todo y donde es importante entender que no todo pesa ni todo duele.
Hoy cumple 68 años esta maravilla de mujer, a la cual debes leer alguna vez en tu vida. Esa que aparece por azares del destino, en cualquier encuentro, en cualquier lugar.
