REALIDADES

Yo le compartía mis canciones y le leía mis poemas, lo quería tanto que le aceptaba todos sus errores al contarle sus lunares.

Pero ese amor nunca existió a ojos de los demás, no sabían que lo extrañaba ni que coleccionaba sus llamadas perdidas, nunca quise demostrar lo mucho que lo quería y lo feliz que me hacía con lo poco que me daba, porque ese fue un amor raro, uno que solo yo sentía.

El iba y venía entre mis poemas y mis señales, esas que siempre vio pero que no quiso entender, que necedad la mía de tenerlo, de aprenderme de memoria sus pecados y sus cuentos.

Pero en mi realidad nunca fue posible, porque esos encuentros no daban para un amor verdadero, lo nuestro era un poema corto y un cuento inconcluso, aquel que me conté tantas veces que decidí dejarlo; una canción extraña sin final, una frase perdida entre miles que le escribí, donde le pedí que se buscara, que se buscara en todos esos versos que había escrito para el, donde le dije adiós tantas veces.

Le escribí tanto que a veces creo que si me quiso, que el también me escribió, pero sé que es mi imaginación traicionándome por haberlo idealizado, por dejarlo quedarse en mis recuerdos, por dejarlo seguir en mi existencia.

Te soñaba y te pensaba tanto porque en mi realidad nunca fuiste posible, fuiste tantas cosas pero nunca una posibilidad.

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